sábado, 17 de mayo de 2008

Greeting cards

Y de repente, andando en bondi, mirando por la ventanilla como si fuera una pantalla (como si vivir en Londres fuera un reality show)…zás! me doy cuenta: esta ciudad está plagada de tiendas que venden tarjetas de saludo. Hablo de locales y locales que sólo venden “greeting cards”, SÓLO eso. No me acuerdo qué filósofo (¿era Benjamin?) proponía mirar en la basura para conocer a una sociedad. Yo diría, en este caso, mirar a sus comercios también.

El asunto es que acá si cumplís años te mandan una tarjeta, si te casás te mandan una tarjeta, si te recibiste te mandan una tarjeta, si tuviste varicela te mandan una tarjeta, si se te murió el gato te mandan una tarjeta, si cambiaste de trabajo: a que no adivinan qué pasa…

Hay toda una cosa de ser “polite” (“bien-aprendido” diría mi abuela) que urge a los ingleses a hacerse presente de un modo, vaya paradoja, bastante ausente. En Argentina ponemos más el cuerpo, me parece. No digo que seamos más sinceros. Digo que incluso si la vamos a caretear, nos hacemos cargo de caretearla: vamos al velorio con cara de pésame y hasta moqueamos un buen rato y todo (véase: Conducta en los velorios, de Julio Cortázar).

Qué se yo, es una cosa rara este mundo de greeting cards. Más protocolo que afecto, desde mi humilde opinión. Yo prefiero que me toquen el timbre, sin avisar.

3 comentarios:

Richard dijo...

Me encantó
En este punto confieso mi devoción por tu manera de escribir
Besotes
Richard

Richard dijo...

Te dejé un premio en mi blog.
Pasá a recogerlo
Besos

pepa urrea dijo...

Cuánta razón tenés. Muy lindo todo lo de las tarjetas y la politeness serial... más lindo sería menos greeting cards y más profundidad. O más sinceridad, qué sé yo. Si a las personas en realidad les importa un bledo lo que les pase a los demás, ¿por qué viven diciéndoles "Have a nice day"? Sí, sí, es una pregunta retórica, jeje.