jueves, 18 de septiembre de 2008

Como un relojito

Una vez escuché a una nena de unos cinco años, hablando con otra de la misma edad, decir “to be precise...”(para ser precisos) y continuar con la explicación de algo que no llegué a escuchar. ¡Cinco años! Cinco años y ya han abrazado modismos como ése que, para ser precisos, me lleva a pensar en toda esta cosa de la exactitud inglesa.

Es cierto que cuando acá comprás algo por 99 peniques y te dan 1 de vuelto es porque la plata vale, los centavos valen (más que en Argentina). Pero también porque es “precisamente” justo y riguroso.

En 31 años allá, y siendo nieta, sobrina y ahijada de zapateros (!), nunca vi que se le midieran los pies a nadie, para constatar si es número 11 u 11 ½, o los dos a la vez (en un pie y el otro, respectivamente). Para ser precisos.

En 31 años de cocinar torta fácil, torta sin huevo, torta rápida, y hasta budín inglés, nunca supe lo que era una “teaspoon”. De hecho, cuando lo leí en un libro acá, pensé “ah...ok, una cuchara de té”. Hasta que una amiga me mostró que era una cuchara especial, que viene en set con otras, como un manojo de llaves de mecánico. Para ser precisos.

Tanto fanatismo por la medición me genera un poco de rebeldía adolescente. Hasta que encuentro el desborde y la imprecisión en otras cosas: la desprolijidad de la vereda, la demora del tren... Ahí se me pasa. Ahí me doy cuenta de que lo que se contiene por un lado, explota por el otro, como una metáfora escatológica que compensa los extremos. Qué Londres bipolar, que lo parió.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola,
Dime una dirección de e-maail donde escribirte. Tengo una información para tu blog.
Mi correo: janaru@gmail.com

Un saludo.

Florchi dijo...

Hola anónimo:
podés pasarme tu "información para mi blog" por este mismo canal.

pepa urrea dijo...

¡¿El tren brítish se demora?! Esta gente ya no es lo que era. O lo que nos decía --por TV, libros y demás canales-- que era. Por ahí queda alguien de generaciones en extinción que dice: "Esto con Churchill no pasaba". :P

Me gustó lo de la metáfora escatológica. Mucho. Y la última frase, bien pereyriana. Imaginate a don Inodoro y a Mendieta en London.

¡Ah! Fui a Gascón y Mitre. En ese preciso momento no había convención palomar, pero en la vereda se veían pruebas fehacientes y malolientes de que siguen frecuentando el lugar. Me reí cuando vi los cables bajitos que dijiste... Sí, intimidan más. Menos mal que ellas no estaban.

Florchi dijo...

Hey Pepa...! El tren se demora tanto que a veces ni aparece. Eso sí: te explican todo. Que si hubo problema con el motor, que si un tipo se tiró...todo. Tanto que el fan de Fray and Laurie(que lo único que tiene de inglés es que nació acá)dice que parece un sistema de información, más que de trasporte.
En cuanto a las palomas...qué duda cabe de que no estaban en ese momento en Mitre y Gascón porque asistían a una de sus reuniones conspirativas para dominar el mundo?

Mari dijo...

es inevitable. todo lo que es muy justo y muy preciso se termina equilibrando por otro lado. tal como el ejemplo que das.

Florchi dijo...

Toleropoco:
Eh, qué le vamo'a hacer... Al menos los argentinos no corremos ese riesgo: nos desbordamos por todos lados.