domingo, 7 de septiembre de 2008

Al pan, pan

“Londres te pone cuatro, cinco kilos” me dijo una amiga que vivió acá diez años. Y yo lo sello, lo firmo y lo certifico. ¿Es el frío? Puede ser. ¿La vida hogareña? También. Pero seguro que, además, colabora la oferta alimenticia infinita y multicultural a precios nada picantes.

Mis gustos están cambiando. O mejor dicho se amplían. Nunca antes había probado
queso brie, o taramasalata, y ahora son parte de mi dieta básica. El sushi dejó de ser algo de copetudos fashion, y, en lugar de empanadas, el delivery trae comida india.

Claro que tampoco he encontrado una pizza decente, digamos...real. Es increíble cómo le meten el perro a la gente haciéndole creer que ese masacote gomoso y grasiento es la tradición italiana hecha alimento. En cuanto a los helados, no hay nada, pero NADA que tenga un mínimo denominador común con el chocolate amargo de Volta (qué tiempos aquéllos).

Vengo leyendo varios blogs y post y cosots sobre la “adaptación” de los que se fueron. No emito opinión porque no lo tengo claro ni para mí. Pero si tal cosa existiera, debo decir que en mi caso, la comida (tan íntima y tan social a la vez) algo tendría que ver en el asunto. Por ahora sólo se trata de descubrir esas pequeñas mutaciones de la vida cotidiana. Porque somos lo que comemos, en más de un sentido.

9 comentarios:

Bea dijo...

Ay Flor, sueno repetitiva pero debo decir que tal cualllllll! Ayer con unas amigas hablabamos exactamente de e-so! Londres nos "puso" 4 o 5 kilos que ahora estamos tratando afanosamente de bajar. Esto es de estudio sociologico nomas. Pq la verdad es que nosotros tenemos una cultura mucho mas de reunirse en torno a la comida a diferencia de esta que se reune en torno a la bebida. Asi que no se pq Londres engorda. Pero doy fe de que asi es!

Mariana dijo...

No hace mucho que estas inmigrada, no? digo por lo de no emitir opinion.

Eeeeh Holanda a mi me puso 10 en los primeros meses que no me dejaban ni trabajar ni estudiar ni nada. Con el embarazo otros...5? o sea... hay mucho ams de mi aca y ahora de lo que nunca hubo.
Y aparte d ela ansiedad o lo que fuera al principio, tambien hay una cosa de que los horarios son distintos, de que se come mucho sanguche, de QUE se come... de que es mas sedentario...no se. Pero que se come..."menos bien" pa mi que si.

Florchi dijo...

Bea: tu comentario, dentro de la tragedia, me aporta tranquilidad. Mal de muchos, consuelo de tontos dicen, pero está bueno identificar al enemigo al menos!
Marian: claro que soy "nuevita", lo digo en el post anterior: llegué hace seis meses! Y este blog nació de eso, de todas las primeras miradas.

Anónimo dijo...

Uh! el Nocturno es glorioso! besos desde Buenos Aires.
www.portaldelperiodista.blogspot.com

pepa urrea dijo...

Me da miedo preguntarte sobre el tan mencionado Yorkshire Pudding de allí... reflexiono mientras me mando a bodega los restos del helado de chocolate que me compré el otro día. No es para darte envidia, ya que éste no es amargo, ni de Volta. :)

Florchi dijo...

Salud Pepa! Tuve que buscar en Wikipedia lo que era el pudding ese... qué ignorante. No experimenté el placer/castigo de probarlo todavía, pero no faltará oportunidad.
Hasta más ver (mi abuela dixit)...

gaab dijo...

hola. te encontre haciendo blog hopping.
Creo que lo de los kilos es porque B.A. es tan pero tan exigente que te comes hasta una criollita con culpa. La competencia es feroz. Las miradas asesinas. El otro día miraba una foto de una chica divina, con unas piernas impresionantes, y debajo, un comentario diciendo... tiene celulítis!. y no, no tenía. Pero no era un ave zancuda.
Además de eso tenés las despedidas de cuando te vas de casa. El asado en casa de cada uno de tus amigos y tíos, con lo cual ya llegas a destino con la panza llena.
Y luego cuando llegas a tu nuevo sitio, comés desordenado, como si el brie se fuera a terminar.
Si a eso le agregas los hijos, ya es caótico. (y las sociedades sajonas comen con mas mantecas).

Leí un par de tus post y me hicieron mucha gracia.

Londres es preciosa, disfruta mucho.
gaby

Florchi dijo...

Gaby: es así, nomás. Hay cada cuerpito "fuera de la norma" y andando lo más campante por la calle, enfundados en lycra, que uno se relaja... En Argetina, lo pensarías dos veces antes de vestirte como he visto a muchas por acá. Qué desgracia.

Anónimo dijo...

Qué rico un chicken korma no? Quién le hubiera dicho a una porteña como yo que iba a hacerme fan de una comida como esa?