lunes, 5 de enero de 2009

Construir, habitar, pensar

Siendo, como soy, una muchacha tandilera (casi un salamín, hija dilecta de ese paisaje western), no pude menos que fascinarme con los edificios de Buenos Aires cuando me tocó dejar el nido matriarcal. El ejercicio de mirar para arriba no existe en las chatas ciudades bonaerenses.

Así que cuando llegué a Londres, imagínense: aluciné con las casas, con los barrios. Esas casitas inglesas, construidas en altura, angostas pero con varios pisos y desniveles, escaleras de madera, puertas con llamador, pisos de pinotea… me sentí dentro de una novela de Jane Austen (tráiganme a Darcy).

No es algo exclusivo de los barrios ricos. Más bien es una cuestión de grados. A esa linda casita se le agregan metros, columnas, jardín… pero la base es la misma para todos: buen gusto, buenos materiales, buena construcción.

Un tiempo después, cuando salí un poco de Falkland Road hacia el mundo exterior, me encontré con unos monoblocks horribles, bastante dispersos por toda la ciudad. Mastodontes de ladrillo visto y ventanitas minúsculas. Muy feos. No podía entender cómo Londres era capaz de semejante muestra de belleza y, a la vez, de esa expresión de lo más podrido.

Me explicaron que fueron hechos después de la guerra, en áreas donde los bombardeos habían destruido todo (recuerdo que ese día, en esa charla, tomé conciencia de que vivía en una ciudad que había experimentado la guerra). Ok, así sí, se comprende que usaran lo más barato para edificar.

Pero me quedo con la duda… ¿podrían haber hecho algo más humanizado? Tal vez no fue una cuestión de plata, sino de pathos. El espíritu deprimido de la posguerra devorándolo todo, hasta la mente de los arquitectos. Sí, me gusta más pensarlo de esta forma.

4 comentarios:

Mariana dijo...

Aca es igual. SOn angostas porque antes se pagaba impuesto inmobiliario de acuerdo a la cantidad de metros de frente que tenias. entonces hicieron casas finiiiitas y altas. No se si en England sera igual, pero en Holanda es asi (estos son hermanos perdidos digole..).
Las casas todas pegaditas, chiquitas, bonitas me gustaron hasta que me di cuenta que eso significaba que uno tenia que practicamente vivir con los vecinos ...los ruidos, olores..y no. NO puedo. Yo soy del sur vio...espacio, separemos las casas... no me mires no me hables.
Por suerte conseguimos una casa sin vecinos :) sin compartir paredes, con muuuuucho patio. El vecino igual se asoma por la medianera de ligustrina para charlar, pero por lo menos no lo escucho en su casa.
UsteT ya volvio? estabas en ARG o no?

Bea dijo...

Justamente hoy empece mi nuevo trabajo que queda en una zona horrible toda llena de monoblocks. Pero ojo, que esos monoblocks no son solo posguerra. En realidad, tienen su origen tb en la epoca ochentosa de la infame Maggie donde a la gente le vendieron papelitos de colores y los politicos se mandaron un gran negociado construyendo estas pajareras con materiales de pesima calidad. Los dtos empezaron a hacer agua (literalmente) enseguida, y los politicos como siempre se lavaron las manos dejando a la gente en condiciones de vivienda terrible. Muchos de esos edificios fueron demolidos pero otros aun quedan como ejemplo de la corrupcion de esa epoca. No se si esta en internet pero fijate si encontras y bajate (en Amazon lo venden) una serie increible de la BBC que se llama Our friends of the North. Es espectacular y retrata la vida politico/social de England de los 70 a los 90 mas o menos, las actuaciones son brillantes y te muestra en otras cosas la huelga de los mineros y el nacimiento de estos bloques que tan poco tienen que ver con la culutra del pais. Besos

Florchi dijo...

Marian: debe ser, nomás, que estos países son especulares. Aunque la invasión del espíritu de los vecinos no la he sentido, creo que porque las paredes no son de mampostería, como en más de un depto donde viví en Bs As. Sí, estoy en Argentina, disfrutando tanto tanto tanto... acumulando sol para la vuelta.
Bea: gracias por la info; de la innombrable lo que sabía es que hizo campaña con vender esos monoblocks a sus inquilinos (hasta ese momento eran sólo para renta), pero me gustaría saber un poco más sobre cómo carajo emergieron semejantes aberraciones arquitectónicas. Estéticamente, digo.Besos.

Ana dijo...

Hola, ni me acuerdo cómo llegué.
Hermosa Londres, no?
Te leo.
Saludos!!!